El postoperatorio de este tipo de rinoplastia es bastante rápido que la rinoplastia convencional.
Solamente se producirán algunos hematomas o hinchazón en la cara o alrededor de los ojos, aunque muy leves y que se acabarán eliminando a los pocos días.
Durante el postoperatorio, se utiliza una férula nasal y debe llevarse dentro del tiempo especificado por el cirujano (5 a 8 días aproximadamente).
Por otro lado, la parte más incómoda son los tapones que deberán llevarse unos días, aunque apenas hay dolor durante este período. Esta es solo una medida preventiva para reducir la posibilidad de aparición de hematomas.
Una vez finalizado este período de tiempo, podrás continuar con tu vida diaria como de costumbre, recordando que no puedes esforzarte mucho al principio, debes esperar al menos un mes.
Las Férulas Doyle son férulas de silicona que consisten en un tubo a través del cual se puede respirar y está conectado a la placa ubicada en el tabique que se insertan en cada fosa nasal, lo que puede controlar mejor el sangrado nasal y la acumulación de sangre en el tabique nasal. Estas férulas ayudarán a minimizar posibles complicaciones y ayudarán a que el paciente pueda respirar por la nariz durante todo el postoperatorio.
En relación al reposo, el paciente debe estar en casa el primer día. Puedes salir a caminar y vivir una vida casi normal. Solo necesitas conservar las férulas Doyle y las férulas exteriores termoplásticas durante algunos días.
Obviamente, durante este período, debe evitar actividades que puedan poner en peligro el resultado de un golpe en la nariz, y no debe trabajar duro, ya sea corriendo o agacharse continuamente, para que el nivel de los vasos sanguíneos sane correctamente.